28.10.08

El acuerdo (una calaverita para un día de muertos)

(photo by: ryan mcginley)

Era domingo cuando amanecía
mientras desde la ventana ella saludaba y le sonreía
La señorita bebía tequila 
y cantaba sin armonía,
una triste melodía.

Cautelosas se veían
cuando su cuerpo frágil, sin sombra en la distancia, la seducía. 

Misteriosa y engreída,
la joven desnuda pensaba de ella, 
al ser poseída.

Caliente, caliente
tibia, tibia
su secreto relucía: 
Ella es muy fría.

al fin,
noviembre dos
agarradas de la mano se marcharon,
en un eterno adios.  





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