(photo by: ryan mcginley)
mientras desde la ventana ella saludaba y le sonreía
La señorita bebía tequila
y cantaba sin armonía,
una triste melodía.
Cautelosas se veían
cuando su cuerpo frágil, sin sombra en la distancia, la seducía.
Misteriosa y engreída,
la joven desnuda pensaba de ella,
al ser poseída.
Caliente, caliente
tibia, tibia
su secreto relucía:
Ella es muy fría.
al fin,
noviembre dos
agarradas de la mano se marcharon,
en un eterno adios.